Nuestro cuerpo. Realmente la única manera de vernos el cuerpo de manera proporcionada es con el uso de herramientas, ya que, al mirarlo desde arriba nos encontramos con una serie de curvas y pliegues que se juntan para crear una gran masa. En el texto de Sonia Vargas Martínez,- Nan Goldin, la intimidad en revuelta la intimidad devuelta, vemos como se usa el espejo para así crear una relación del ser con el cuerpo. Este intermediario nos permite percibirnos como otro y confrontarnos. En este proceso, se puede evidenciar algún proceso emotivo o de estados de animo ya que, al estar frente al espejo, se podría decir que tenemos a nuestro reflejo frente a nosotros de manera desafiante, ya que se muestra como una mímesis de nuestro físico, un externo que nos enfrenta pero que a la vez convive con nosotros. Nan Goldin demuestra que no solo el espejo, sino que una fotografía frente al espejo nos puede mostrar un conflicto interior, exhibiendo una confrontación consigo misma al inmortalizar su presencia en el espejo. Ademas de esto, el espejo demostrado por ella no es nada mas el físico , que la refleja a ella, sino también como su entorno, sus cosas y sus personas actúan como una reflexión de su intimidad, sus miedos y su vida privada. El cuerpo es visto de manera vulnerable al ser expuesto, como si se metiera un cuerpo dentro de una bolsa de basura. Realmente no se sabe que está pasando dentro de la bolsa de basura, sino que se ven nada mas unos trazos o marcas que se hacen cuando el cuerpo se ve expuesto contra la bolsa. De alguna manera el cuerpo se refleja, dejando una talla o imprenta sobre este nuevo material, sirviendo como un intermediario de un espejo.
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